La tía Amantina vivía junto a la lejanía fugaz del ocaso
allá donde el sol todos los días se despedía
en una alegre danza de pájaros y colores
donde las nubes veloces al pasar dibujaban en nuestra memoria
jirafas
mandriles
leones
elefantes
orangutanes
e hipopótamos
entre otros animales que forman parte de nuestro pasado
un pasado al que no queremos renunciar
porqué todavía al mirar hacia atrás
la lluvia nos salpica el alma de nostalgia
y en las noches que guardan celosas el origen sagrado de nuestra raza
el tam tam de los tambores nos junta junto a la hoguera
donde en una danza evocamos nuestro pasado
nuestro origen diluido entre los recuerdos y la sangre
y África como una evidencia late en nuestros corazones
Domingo Acevedo.
allá donde el sol todos los días se despedía
en una alegre danza de pájaros y colores
donde las nubes veloces al pasar dibujaban en nuestra memoria
jirafas
mandriles
leones
elefantes
orangutanes
e hipopótamos
entre otros animales que forman parte de nuestro pasado
un pasado al que no queremos renunciar
porqué todavía al mirar hacia atrás
la lluvia nos salpica el alma de nostalgia
y en las noches que guardan celosas el origen sagrado de nuestra raza
el tam tam de los tambores nos junta junto a la hoguera
donde en una danza evocamos nuestro pasado
nuestro origen diluido entre los recuerdos y la sangre
y África como una evidencia late en nuestros corazones
Domingo Acevedo.
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